Al menos 25 mil guatemaltecos participaron en el capitalino estadio Mateo Flores en un concierto por la paz, evento en el cual se destruyeron unas 19 mil armas empleadas durante el conflicto interno (1960-1996) y en actos delictivos.
El presidente de Guatemala, el general retirado Otto Pérez Molina, clamó por la paz en el país centroamericano, en donde cada año se registran más de 6.000 asesinatos, la mitad de ellos contra jóvenes. El llamamiento lo hizo el gobernante durante el concierto "Voces por la paz" que organizó por primera vez el Ministerio de Gobernación, en cumplimiento del Pacto por la Paz, la Seguridad y la Justicia, con el que busca reducir la criminalidad en un 20 % durante su administración de cuatro años, que inició en enero pasado. Durante dicha ceremonia, voluntarios de "Jóvenes Líderes" prestaron colaboracíon en la organización y desarrollo. Participaron artistas nacionales y extranjeros, Pérez Molina recibió una "escopetarra" de manos del colombiano César López, impulsor de un movimiento en favor de la paz en su país. La "escopetarra" es un fusil convertido en guitarra, que el presidente tocó por primera vez en el escenario del estadio Mateo Flores, de la capital. "Lo que queremos es más música y menos violencia, queremos una Guatemala en paz, más segura", dijo el mandatario a los miles de asistentes al concierto.
Agregó que "estoy convencido que juntos vamos a lograrlo. Le pedimos a Dios que nos ayude en este camino para bajar la violencia". Pérez Molina ordenó hoy mismo la destrucción de más de 16.000 armas de fuego, como parte de su estrategia para hacer conciencia en la sociedad sobre la criminalidad. El ministro guatemalteco del Interior, Mauricio López, explicó que las armas que se van a destruir pertenecieron a las fuerzas armadas y que ya no sirven, y también otras decomisadas al crimen organizado. López anunció que para mejorar la seguridad en Guatemala "iremos a las calles a quitar las armas ilegales". Entre las personalidades que asistieron al concierto destacó el deportista Erick Barrondo, quien le dio la primera medalla olímpica a Guatemala en los pasados juegos de Londres. Barrondo ganó la medalla de plata en la marcha de los 20 kilómetros y se ha propuesto luchar por la paz de su país a través de la entrega de zapatos y útiles escolares que le sean donados por empresarios. "Me voy a sentir el hombre más feliz del mundo si alguien deja el cuchillo o el arma y lo cambia por un par de zapatos para dedicarse al deporte", fueron las palabras que utilizó Barrondo después de ganar la medalla. Y hoy aseguró que "un lápiz es mejor que una bala. El lápiz construye y la bala destruye", luego de entregar el primer par de zapatillas a una jovencita junto con el presidente. "No queremos más violencia", exclaman los grupos musicales que se turnan en el escenario del Mateo Flores, donde ponen a bailar a los miles de guatemaltecos, en su mayoría jóvenes. El colombiano César López, el nicaragüense Luis Enrique, el panameño Joey Montana y los guatemaltecos Malacates Trébol Shop, entre otros, desfilaron en el escenario en favor de la paz del país centroamericano. El pasado viernes, cientos de jóvenes formaron una cadena humana en el Paseo de la Sexta del Centro Histórico de la capital, también para clamar por la paz en Guatemala. Ayer, Pérez Molina instaló en un barrio marginal del norte de la capital una fuerza de tarea con la que busca reducir la criminalidad en colonias de alto riesgo donde pululan las pandillas juveniles. Según el mandatario, se asignaron más de 1.300 agentes de seguridad para proteger a la ciudadanía en la zona 18 de la ciudad, que tiene altos índices de homicidios. Guatemala tiene un poco más de 22.000 policías para dar seguridad a los más de 15 millones de ciudadanos, que viven impotentes ante los asesinatos, asaltos y extorsiones que se registran cada día. EFE/DIARIODELIDERES.COM